La comunidad de Carmelitas Misioneras de Sakassou (Costa de Marfil) vivió la guerra muy de cerca. Ellas atendían el único puesto de salud en kilómetros a la redonda en esta localidad situada en la Región del Valle de Bandama, en el centro del país y al norte de la capital Yamoussoukro. A pesar de las recomendaciones del Gobierno español para que abandonaran el lugar, las religiosas se mantuvieron junto al pueblo.